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Estamos ante una obra multidisciplinar donde su base más fuerte es la comedia, con dos actores muy bien complementados que se siguen el juego hasta límites insospechados, que juntos crean un propio código humorístico y también con sorpresas dentro de la obra donde vuelven a crear incluso otra obra dentro de la misma y nos cuentan curiosas cosas sobre los entresijos del teatro.

Con un público muy bien conectado al humor de los dos actores y en sintonia, la función pasa rápida y ágil salvo alguna parte en la que decae, pues era casi imposible estar toda la función a la misma altura.

Muchas situaciones y varios personajes donde se rien de si mismos e invitan al espectador a hacer lo mismo, pero dad por seguro que en algún momento seguro que os podréis identificar. Muchos de los números se ríen del amor y de muchas situaciones en las parejas, hay instantes para recordar otras épocas y entre el pasado y el futuro queda una obra que gustará a casi todos los espectadores.

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